El Gato de Rhiannon

¡Hola! ¿Hay alguien ahí? bueno... si no lo hay tampoco pasa nada. Yo a lo mio, que para eso soy un gato.

Voy a presentarme. Me llaman Gato (que original ¿verdad?), aunque ese es mi apellido, mi nombre en realidad es Puñetero. O creo que me llamo así, por que la Bruja a la que acompaño siempre me grita eso.

Y pensareis "¿a que viene esto?". Pues muy sencillo. Este es mi castigo. Resulta que la Bruja se enfadó un día por que sin querer... bueno, os lo cuento, ya que tengo que estar aquí al menos despacharme a gusto.

Resulta que la Doña es muy desordenada y a mi me gusta caminar mucho por aquellos sitios en los que hay cosas que se pueden romper, y claro, alguna de más he roto. ¡Pero todas sin querer! Que quede claro.

A lo que iba. Estaba la Bruja hace un par de días trabajando con sus botes y sus hierbas y demás utensilios cuando mi curiosidad, que es mucha, me invitó a meter los bigotes en lo que estaba preparando. Tras varios intentos de apartarme y algún que otro mordisco, al final conseguí meterme de lleno en su faena. La cuestión se volvió interesante cuando sin querer, por supuesto, tropecé con un frasco de contenido sospechoso y lo derramé sobre el potingue que estaba preparando la de la verruga. Parece ser que si juntas sangre de murciélago con piel de serpiente y lagrimas de luciérnaga se produce una reacción química muy toxica creando una nube de color amarillo fosforescente que no me veía ni los bigotes. Vamos, que la lié parda.

Tres días después, ya cuando se le había quitado todo el amarillo a la Doña, me cogió del rabo, me ató a la aspiradora (que ésta es de las modernas, dejó la escoba hace tiempo) y me echó a volar.

Y bueno, conocí mucho mundo, prácticamente del revés, pero oye, visité varios países.

Que me disperso otra vez.

 Apenas se me había pasado el mareo cuando me amarró a una silla, conjuró solo ella sabe el que y puso un ordenador frente a mi. "Ahora vas a hacer algo útil con las miseras tres vidas que te quedan". Mi obligación es transcribir su libro de magia a formato digital (desde que se compró la aspiradora está de un moderno que asusta) y ponerle imágenes bonitas y no se cuantas cosas mas quiere. Y claro, por supuesto, que pueda acceder a él desde su teléfono móvil.

¡Me tiene preso! pero se me ha ocurrido una venganza buenísima. ¿Y si comparto con el mundo sus secretos? ji ji ji ji ji. (es risa maliciosa, por si no se ha notado)

Pues eso, mientras no me pille, iré publicando en este blog todos los conocimientos que alberga su querido libro.

¿Quieres aprender sus arcanos y ocultos conocimientos? Pues déjate caer por aquí y sígueme.

Por cierto, si te gusta lo que lees comparte y por supuesto comenta todo cuanto quieras, ¡que aquí solo me aburro mucho!